En esta lucha... ¡Juntas pero no revueltas! (De Georgi Encalada y Gina Alcocer)


       Desde hace unos días he estado leyendo en las redes sociales opiniones de todo tipo sobre el el paro de actividades que se programó en México para este lunes 9 de Marzo, junto con todos estos comentarios se añaden opiniones diversas y contrarias, formas de pensamiento únicas que nos hacen ver cuan diferentes somos no solo las mujeres sino todos los seres humanos...

       Al mismo tiempo, este tema se ha convertido en casa, círculos familiares y de amigos en el top tendry, obviamente mis hijos no podían ser la excepción, durante este tiempo he tenido platicas con ellos acerca de este día, de lo que la mayoría de las personas piensan de cómo puede ser confusa y del porqué originalmente  se conmemora del día de la mujer, hoy 8 de marzo, originalmente y por cierto tuvo su origen en acontecimientos en los cuales las mujeres realmente sufrían, no sólo por la carga de trabajo sino también por las condiciones insalubres donde desarrollaban éste, expuestas a muchas cosas.

        Por otro lado, aún con los argumentos que pueda dar o escuchar ante ellos, me queda claro que nos queda mucho camino por recorrer  si hablo humanamente como sociedad, como convivencia en nuestra ciudad, estado o país,  al punto que hoy me ha embargado un desánimo sobre mi género, obvio no hablo por todas, tengo la fortuna de contar en mi vida con mujeres realmente extraordinarias que no necesitan estar rompiendo cosas ni estar de encapuchadas o desnudas manifestándose para llamar la atención, simplemente son admirables porque han tomado su rol y tomado su papel (ojo con esto no me estoy refiriendo al hecho de ser menos) simplemente al hecho de ser sabías que es muy diferente... Y créanme eso no significa que no tengan defectos, los tienen y muchos, implicando una serie de eventos de los que han tenido que vivir sus consecuencias.

      Sin embargo esta realidad en la que estoy inmersa dista mucho de lo que hoy he estado viendo las noticias... realmente me pudo mucho lo que vi, sin juzgarlas sólo vino a mi mente una pregunta muy sencilla ¿Qué tiene que haber en el corazón de una mujer para actuar como estababa actuando ayer en la ciudad de México?, ¿Qué tiene que haber en el corazón de una mujer para no reconocer su valor y creer que tiene que  necesita ser violenta? ¿No se supone qué para expresar nuestro valor pudieron marchar pacíficamente y que el país se dé cuenta de cuántas somos y lo que implicaba estar un día sin nosotras?...  Y sigo preguntándome ¿Qué tiene que haber en el corazón de una mujer para publicar  con orgullo que todo el mundo ve con éxito la manifestación mexicana pero no puede ser objetiva al observar que lo que hacen sólo denigra una pelea por un valor que ella misma se está quitando?

      Cómo podrán observar no estoy hablando de todas las mujeres, la marcha o el paro,  en lo personal es una decisión propia, todo me es licito pero no todo me conviene, así que respeto en su totalidad a quienes se dieron  la tarea de marchar pacíficamente en la búsqueda de un respeto en una sociedad que no les ha atribuido su valor (que en lo personal creo que es el mismo que el varón, como decía...la reflexión), estoy específicamente hablando de aquellas que violentamente abanderan una causa de derechos que no les toca o publican en redes sociales defendiendo algo que ni siquiera se han tomado la molestia de analizar.

     Y si... ya sé!!!... me pueden decir que no he vivido lo mismo que ellas... Y puedo responderles que el futuro no lo conozco, espero que ninguna de las mujeres me rodea tenga que haber vivido lo que ellas tanto proclaman haber pasado (Qué irónicamente se contradice con su actuar)... Y de la misma manera,  tampoco deseo que los hombres que me rodean paguen los errores de otros, como le pasó a un reportero ayer.

     Así que, abriendo un poco mi corazón, también aprovecharía decirles que, en breves lapsos de mi vida conocí la violencia... déjame decirte que estuve casada con alguien que menospreció quien era de una manera que ahora ni yo misma puedo imaginar, muchas veces en el trabajo me han tocado jefes misóginos, algunos se han pavoneado delante de mi con expresiones o propuestas realmente ofensivas, otros en algún momento han dudado de mis capacidades por el simple hecho de ser mujer pero sabes, ni aún con eso me siento superior al sexo masculino, por lo contrario esto ha reforzado mí pensar sobre la necesidad de Cristo para ambos.

      Por lo contrario haber educado a mis hijos sola me hace creer más firmemente en la compañía de un varón en el matrimonio como la base para esto, ni mantenerlos sola con todo lo que conlleva me hace pensar que el aborto es una opción si uno no está lista, ni tener jefes misóginos me ha hecho creer que no puedo pues lo que "he logrado" ha sido por la gracia Dios

       Recordemos...No todos somos iguales, así que de igual forma, al día de hoy he podido ver qué existen hombres maravillosos, familia y amigos que le dan lugar a la mujer como vaso frágil que es, he podido conocer varones con los que tengo una gran amistad y de quienes nunca he recibido un trato violento...

      Desde mi papá, quien siempre me enseñó el valor de una mujer al tratar a mi mamá con amor, independientemente de las diferencias normales que pueden surgir en un matrimonio; hasta mi familia en la que desde pequeños las travesuras surgieron tanto de mujeres como de hombres y vaya que juntos metíamos la pata, si era en Bolonchen, todos éramos capaces de hacer las mismas cosas y si era en Mérida, participabamos de igual manera en los juegos y nos metíamos en los mismos líos.

       Y al crecer, puuufff!!... siempre quienes me rodearon, potencializaron lo que éramos capaces de lograr, tanto en hombres como mujeres... pero bueno ese es otro rollo; el punto aquí es que ambos fuimos creados a imagen de Dios como dice el artículo del Dr José Paredes, por lo tanto ambos tenemos el mismo valor.

       Si me atrevo a criticar, crítico aquellas que violentamente se manifestaron, juzgar la manifestación pacífica en sí, es algo que no me toca, ni me atrevo a hacer porque en dado caso contradeciría todo lo cristiano que ya se dijo sobre esto y sería hasta cierto punto hipócrita porque no puedo negar que he gozado de las bendiciones obtenidas a través de las luchas de otras mujeres, desde tiempo atrás.

       Y compartiendo y debatiendo este escrito que por cierto no sólo es mío, ya que Georgina Encalada a contribuido a él, terminamos éste con la siguiente reflexión:

"Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo."

Un vaso más frágil se cuida más, precisamente por que es más frágil, su esencia más frágil no fue con el propósito de invitarnos a romperlo, si no a cuidarlo más.

Hoy las mujeres  podemos agradecer a Dios:

+Que tenemos derecho a la educación , hasta a doctorados si lo deseamos.

+ Tenemos derecho a votar

+ Tenemos derecho a elegir con quién casarnos.

+ Tenemos derecho a trabajar.

+ Tenemos derecho a entrar junto con los hombres a un edificio y rendir juntos culto a Dios.

+ Tenemos derecho a usar pantalón

+ Tenemos derecho a cortarnos el cabello y mucho más.

Apoyo desde mi trinchera, TOMO LO BUENO, DESECHO LO MALO.

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