A Papá...

 

        

Y por fin llegó el viernes, después una super estresada, ajetreada y nostálgica semana; por fin he terminado todas las cuestiones administrativas que tenía pendiente y ya casí estamos a punto de salir de la escuela, preparándonos para el desayuno con la familia, también para irnos al puerto, si es que las "superpoderosas" no se rajan y al final es puro cuento…

               De repente, me topo de nueva cuenta, con recuerdos… con tus recuerdos, con tu voz combinada con el viento y caigo en la cuenta de que no había querido escribir porque está siendo muy difícil contener las emociones, no llorar cuando veo el cielo, cuando quiero contarte algo, cuando platico con mis hijos, mis hermanos, con mamita y aun con solo un abrazo a Tía… hasta porque los Leones ganaron me causó un llanto extremo, hoy lo estarías disfrutando y sería tema de plática para el domingo en la comida familiar…

               Y sabes, no había querido escribirte, sinceramente no puedo contener el llanto, me haces falta, mucha falta… Hubiese querido que sean mas años, muchos años más de disfrutar  juntos, de sentir tu fortaleza y tus ganas de vivir en todo momento.

               Papito, yo sé que todo está en la cabeza, que nadie es indispensable en esta vida, que la vida tiene que seguir y cuantas lecciones nos dijiste pero Viejo, sinceramente no me sale, te extraño a mares, quiero escuchar tu voz preguntando como me fue, que planes tengo, quiero que llames por cel y me preguntes por tus nietos, quiero verte sonreir y platicar con ellos, quiero que me cuentes de ti de nuevo, de esas aventuras únicas que te hicieron tan tú, con esa combinación de amor, sacrificio y fortaleza que pocos tienen, quiero volver a escucharte de cuando estuviste en la Normal o cuando viajaste por tu plaza, de tu pasión por la historia, de como era ser Maestro en aquellos tiempos, quiero volver a escuchar tus palabras, quiero que me presumas lo que Papo cocinó y me digas “Maaa estaba bueno eso”… y, ni que decir de las pláticas de nuestras vidas, aquellas en las que junto con mamá, aun ya grandes nos aconsejaban…

               Y no sé como quitar este querer que se queda en el silencio sin tu voz, sin tu presencia, sin tu aliento… Yo sé que los tiempos de Dios son perfectos pero si me preguntas para mí, para mí aun no era tiempo, racionalmente lo comprendo pero ahí en mis pensamientos, en mis sentimientos más profundos te quiero aquí, aquí bien cerquita, poder abrazarte de nuevo… Nos faltó mucho tiempo Gordito, nos  faltaban los XV de Ana, la graduación de tus nietos, muchas navidades y días 31 juntos, los cumpleaños, las comidas improvisadas y hasta el día de los abuelos, obviamente organizando tu, cada uno de esos eventos.

               Me haces falta Chavito, sé que el irte tiene un propósito mayor en ello… Tal vez es el estrés de inicio de curso, que está siendo tan intenso, que hace reventar la soga de los sentimientos…

Te amo papá, un beso hasta el cielo