En la mira de nuestros hijos
Es increíble lo que Dios nos da para vivir, en lo particular siempre me impresionan las cosas tan sencillas con las que El nos muestra su amor, aún con todas las “penas” reales o ficticias que en algún momento surjan, empañando nuestro derrotero, abrumándonos y evitándonos ver dichas cosas como deberíamos verlas.
En mi caso, una de esas tantas cosas con las que puedo palpar el grandísimo amor de Dios son mis peques, Jeany e Isaac, su sonrisa, sus ideas, sus inigualables y sorpresivas preguntas, sus llantos, sus propias conclusiones son lo que ha alimentado mucho mi vida desde hace 10 años…
Cada uno de ellos ha traído aprendizajes y experiencias nuevas que en verdad no imaginé y, aún cuando existen días en los que “quiero salir corriendo” para escuchar algo diferente a las historias horripilantes de los monstruos de Ben 10 o al enigmático y delirante atractivo de Joe Jonas o Taylor Launder (aunque en eso coincido decididamente ja ja ja)… la verdad es que cada día tiene su propia aventura en la aparente tranquilidad del hogar…
Ayer no podía ser la excepción… tuvimos “un día de pic nic familiar”, que no es precisamente ir a un parque y sentarnos con una manta llena de comida bajo la sombra de un majestuoso y fresco árbol… para nada!!! En realidad es un día que en casa le denominamos así, en el cual la regla es dedicarnos a jugar, comer juntos, ver películas y platicar por supuesto y obviamente la mayoría de las veces de los temas que ya les mencioné… sin embargo en muchas ocasiones se dan pláticas que me permiten conocer las ideas de mis hijos sobre ciertas cosas, pensamientos inundados muchas veces por la cultura, la gente y hasta las mismas acciones de nosotros sus padres, cosillas pues, con la que se relacionan y que a veces son focos rojos que deben platicarse o al menos aclararse…como las de ayer:
Platicábamos acerca de sus amigos y compañeros de la escuela, que quienes serían los candidatos a reyes de primavera, que como es fulanito o perenganito y bla, bla, bla, hasta que mi hija la mayor, dijo que determinada amiga es muy bonita, a lo que Isaac en un aire completamente desenfadado agregó: “ Oye si, mamá ella será mi primera esposa”…
WHAAAATT!!!...
Dentro de mí surgía instantáneamente en mi cerebro la pregunta: ¿¿¿ Escuché bien????...
Retrocedamos la cinta…rrrrrrr…! ¿Su primera esposa?...
A lo que finalmente pregunté: ¿Pues cuantas piensas tener?...
Isaac después de pensarlo dijo: mmmhhh?... No sé , tal vez dos o tres…
PLOP!!! Me fui pa’ atrás
¡Ocho años y ya tiene ese pensamiento!… así que hablamos un poco acerca de ésto, de lo que es el matrimonio, del amor verdadero, del compromiso que implica y de cómo es una decisión para toda la vida en la que se refleje el carácter de Dios; él escucho atentamente cada palabra, con una cara que expresaba más una falta de entendimiento acerca del tema que una comprensión clara del asunto, sin embargo comentamos que es una cuestión que trataré de aclararle lo mejor posible (sigo en busca de ejemplos) y que seguiría sobre la mesa para que el no tenga duda alguna…
Pero no crean que ahí acabó todo…claro que no! Por lo que mi sorpresa fue mayor cuando hoy, al irlo a buscar a básquet me salió con una nueva pregunta: Mamá ¿Y qué pasa si me lastiman?...De nuevo PLOP!!! Y aún cuando hablamos tantito, le propuse otra plática, para prepararme y tener ejemplos claros y de acuerdo a su edad, una conversación en la que espero Dios me dé la sabiduría de tener las respuestas correctas… en fin esto aún no termina y quedamos, ¡Ahora si!, en ir al parque a comernos una marquesita para hablar, sin prisas y ampliamente del tema…
Conclusión, los padres muchas veces no tomamos en cuenta que nuestros hijos aprenden de nuestras acciones, de las cosas que vivimos y decidimos, incluso existen ocasiones en las que suponemos que ellos aprenderán de sus propios errores y lo que nosotros hagamos “no los justificará”… ¡Cuán equivocados estamos para creer esto y para irónicamente justificarnos!... Si bien no los justifica al menos si manifiesta la responsabilidad que tenemos para educarlos…
Que nuestros hijos a la larga puedan decir:
“Cuando pensabas que no te veía, te ví y quise decir: ¡Gracias por todas las cosas que ví, cuando pensabas que no te veía! “
(Madre Teresa de Calcuta)“Cuando pensabas que no te veía, te ví y quise decir: ¡Gracias por todas las cosas que ví, cuando pensabas que no te veía! “

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