Mamá Any

Para la mayoría de  nosotros,  manejar las situaciones que viven los seres que  amamos no es tan fácil sobre todo cuando  nuestro corazón está más lleno de incertidumbre que de certeza ante las cosas que se viven, sean o no parte natural de un proceso de tiempo, de vida o de cualquier otra circunstancia;  enfrentar junto con ellos una enfermedad, un accidente, un  “fracaso” relacional e incluso la vejez  es lo que  nos hace valorar cada minuto vivido y comprobar el amor que puede trascender mas allá de lo que se expresa.

Razón por la cual hoy escribo acerca de una mujer que impacta mi vida, la de mi familia y la de muchos otros que han tenido oportunidad de conocerla: Mamá Ani, mi abue paterna.

Hablar  de ella implica tantas cosas, que un escrito no me bastaría para expresar  todo lo que tengo en la cabeza, sin embargo si alguien me pidiera describirla con una sola palabra, diría sin pensar:  “Carácter”, palabra que tal vez para algunos de mi familia no sería una definición acertada pues amor,  bondad, testarudez y otras más podrían sustituirla,  sin embargo para mi cada una de ellas viene inmersa dentro de la primera: ¡carácter!.

Carácter  porque al quedarse sin nada después de la muerte de mi abuelo y con seis hijos  que sostener  no se rajó, trabajó hasta cansarse para enseñarles a estos seres maravillosos el valor de trabajar para alcanzar lo que se quiere, mi abue no se conformó con lo que la vida ofrecía a las mujeres de su tiempo sino que se empeñó en darles una profesión, una visión de vida que hasta el día de hoy prevalece en su descendencia.

Carácter porque con el paso del tiempo y de los años, sus ganas de vivir han vencido una batalla contra el cáncer, varias intervenciones quirúrgicas y un estado de postración en cama desde hace seis años.

Carácter porque al perder hace más de veinte años a uno de sus hijos comprendió que aún con su dolor, su papel era velar por la familia que mi tío dejó al morir, lo cual también inculcó en sus demás hijos y cuyo amor es manifestado hoy entre todos nosotros.

Carácter para enseñarnos el valor y la alegría por la llegada nuestros seres queridos, tío Mandy que venía de Veracruz o de mis primas que llegaban de Cancún… La pregunta, con que comida los recibo o con que comida los despido  siempre fue  parte de este proceso.

Carácter, orgullo y persistencia por mostrarnos las tradiciones de su tierra, sus comidas, sus celebraciones, sus leyendas… Su forma de cocinar, sus relatos sentados en el porche de su casa, sus desayunos de “huevos abotonados” a las cinco de la mañana cuando nos quedábamos a dormir en su casa, las navidades,  los viajes a Tinum pa’ disfrutar una corrida y un relleno negro en casa de Tío Jas han sido momentos que han dado sabor a nuestras vidas

Carácter para disfrutar no sólo a sus nietos sino también a sus bisnietos y de salirse con la suya para llevarles un día a la semana un antojito yucateco lo cual contribuyó increíblemente, no sólo a su peso,  sino también a valorar su cultura.

Créanlo cuando veo a Mamá Ani (mi abue) puedo ver una mujer que tuvo el valor de mantener unida a su familia, desde sus hijos hasta sus bisnietos, su amor por ellos es lo que día con día ha guiado su vida, sus quehaceres, sus anhelos, sus sueños y aún hoy, su batalla por vivir… ese amor es lo que la  mantiene en pie de lucha ante los azotes del tiempo sobre un cuerpo viejo pero un espíritu joven que todavía disfruta escuchando casi en el silencio las pláticas de sus hijos como si aún estuvieran en Tinum,  en aquella casa vieja y pobre

Sus ganas de vivir son lo que la hace disfrutar desde una sonrisa de Titi o Sarita hasta una grandiosa travesura de Omar, Isaac o Santiago y entre éstas,  todas las anécdotas de sus bisnietos.

Mi abue siempre ha estado presente en nuestras vidas y ha hecho suyos nuestros momentos. Hoy a sus casi noventa años la vi cansada pero increíblemente con esas ganas de seguir luchando para vivir, para seguir disfrutando a su Linito, a su Ninis, a su Chumo, a su Mandy,  a su Nena y por supuesto a tooooooda su familia y con quienes, como ella me dijo, disfrutará  el 26 de julio una rica comida, motivo: su cumpleaños .